jueves, 18 de noviembre de 2010

Carlos Treviño - El sector salud en terapia intensiva

EL COMENTARIO DE: Carlos Treviño

EL SECTOR SALUD. . .EN TERAPIA INTENSIVA

Conocí al Dr. Antonio González Guevara en la cancha de tenis, fuera del ámbito de la salud, en el que se movía. Me dispensó con su amistad. Fue un excelente amigo y mejor profesionista. Derrochaba sabiduría y prudencia en sus movimientos. Ejerció como Secretario de Salud en nuestro Estado, donde vio pasar seis gobernadores. Cada uno de estos lo ratificó en el cargo por la excelencia de su trabajo. Estuvo ahí hasta que la edad le ganó. Murió con los honores merecidos.

Luego vino el Dr. Miguel Ángel Navarro, con su capacidad y alcance. Reestructuró y puso orden en ese sector de por si espinoso y neurálgico. Luego vino el Dr. Polo Domínguez que a pesar de las sacudidas del gobierno de papalote sin cola que hizo su primo, desempeñó un muy aceptable y reconocido papel. En los casos descritos encontramos como común denominador, la experiencia, el prestigio consolidado, una trayectoria moral reconocida y un conocimiento muy amplio del sector. Personajes egregios, emblemáticos, de diferentes partidos y ante distintos escenarios: todos con garbo resolvieron los múltiples y variados problemas del sector, de forma sosegada y efectiva. Todos con profundo conocimiento de su quehacer. Su labor era reconocida por los resultados observados. Derrochaban conocimiento y algunos hasta elegancia.

La reflexión anterior viene a cuento porque: de repente irrumpe en el escenario un joven que se distingue por su estridencia, por su movilidad y su sonrisa. Con frecuencia y sobre todos los temas opina. Lo mismo sobre el ciclo lunar que sobre precio de las aspirinas. Recomienda “abrigarse en tiempos de frio” y “usar camisa de manga larga y repelente para que no les pique el zancudo que transmite el dengue?” Pero bueno; son estilos. Su juventud evidencia falta de tablas. Algunos le achacan que se tituló recientemente. Desde un principio se me hizo “muy redondo para huevo y muy ojón para paloma” Pero dije (como mi amigo J. M. Narváez) ¡Control…! Vamos a esperar resultados… y esperé los resultados… Mucha difusión de las acciones y de los programas chiquitos y grandotes. Que los cien mil kilos que hay que rebajar! Que las caravanas medicas que van desparramando material de curación y de limpieza! Que la ciudad de la Salud! Que el Seguro Popular! Que el Hospital Puerta de Hierro! Que las ambulancias aéreas que han salvado 2,000 vidas! Que se duplicó el número de quirófanos! Que el dengue! Que la conjuntivitis. Que 55,000 partos gratuitos etc. Bueno…bueno, y que pasó con la efectividad? “Mucho ruido para pocas nueces”. La información que del Secretario sale a la sociedad es incompleta e inducida. Solo habla (y magnifica) de los rasgos positivos del sector, presenta los programas y los planes como hechos consumados. Expone a nuestro Estado como ejemplo en varios rubros. Los programas por ensayar “…serán ejemplo a nivel nacional…”? Anuncia.

No se habla, por ejemplo de la epidemia sin control de conjuntivitis en el interior del CERESO Venustiano Carranza. Ni que están sin operar plenamente 5 hospitales por falta de presupuesto. Ni de los escenarios patéticos cotidianos en los hospitales por falta de los elementos más sencillos como torundas o abatelenguas; ya no digamos por falta de medicamentos o porque las camas son insuficientes. Tampoco trascienden las condiciones laborales abusivas a los estudiantes internos o los que están haciendo su servicio en alguna institución del Sector Salud, donde no les proporcionan (pero si les exigen) ropa y equipo de trabajo. Tantas son las carencias que por humanidad, los internos terminan gestionando la prótesis o las medicinas de sus pacientes.

Pues mientras evolucionaba la promoción de imagen del Secretario se enhuelgan los trabajadores (médicos, enfermeras e intendentes) de las instituciones de Salud en el ESTADO. Reclaman retraso en sus pagos y porque les tienen restringidas las prestaciones a que tienen derecho. En el Hospital General no importa la condición económica ni la gravedad del problema de salud del paciente. Antes de atenderlo cobran el servicio. Hasta yo creí que el Hospital General era gratuito y como pregonan con insistencia 55,000 partos gratuitos en los últimos 5 años. O sea, dinero para la difusión si hay. Para jeringas no.

Empiezan a aparecer pendones y adhesivos en autos y camiones que muestran la leyenda OMAR ES MI AMIGO. El joven Secretario no pierde ocasión de exponer su anhelo de ser el próximo presidente Municipal de Bahía de Banderas, región de la que es oriundo. Así también, se echó encima al sector magisterial acusándolos de no colaborar para establecer un cerco sanitario en las escuelas y para esta bronca de la conjuntivitis; además de no prestarse a recibir capacitación para el efecto. El líder magisterial aludido respondió acusándolo de faltar a la verdad y le recomendó reordenar sus prioridades ubicando la salud en primer término.

Probablemente las cosas fueran diferentes si lo que se gasta en publicidad, imagen, control de medios, helicópteros y ambulancias aéreas se usara en medicamentos, insumos y pago de salarios a tiempo del personal de salud. Lo que si hay es una sustancial partida para el control de los medios de comunicación; radio, prensa y tv. Para que hablen bien del Secretario, de lo diligente, atinado y eficaz que es. En eso si se gasta.

La gota que derramó el vaso fue la huelga en el Sector Salud. Ya no se pudo sostener al amigo OMAR. Le dieron las gracias y ahora tendrá una oportunidad de oro para promocionarse Alcalde de Bahía de Banderas. Claro, sin el recurso oficial.

Recién nombró el ejecutivo al Dr. Jorge Sánchez como el nuevo Secretario de Salud. Personaje prestigiado, Secretario de Turismo al inicio de esta administración. Estuvo en la congeladora cuatro años. Con relativa experiencia en el Sector Salud, aunque tiene en su favor un sólido prestigio moral. Recibe un sector polémico, agitado y con muy poco tiempo para recomponer. Le deseamos suerte al Dr. Sánchez.
18 de Noviembre del 2010.

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