domingo, 4 de diciembre de 2011

Arturo Camarena - Leer es una verdadera delicia


DESDE MI OPTICA (ALLENDE)

Arturo Camarena Flores

LEER ES UNA VERDADERA DELICIA

La literatura es una defensa contra las ofensas de la vida. Cesare Pavese(1908-1950)

“Los libros son como puertas mágicas a través de las cuales te metes en mundos increíbles, más que con una tacha. Se los juro.” Esto lo escribió Fernanda Tapia, periodista e irreverente conductora de televisión (dish). Está en lo cierto pues la imaginación no necesita de alcohol, mariguana ni de otras sustancias que modifican las funciones cerebrales y eso de que la creación literaria clásica se hizo con opio y estimulantes es un mito pues para escribir y para leer se necesita de concentración no de dispersión mental, de donde, no son actividades para todos. Como todos los hábitos, el leer debió de adquirirse en la infancia pues si no fue así es muy difícil que un joven o adulto sea un gran lector. Mi hermano y varios amigos dicen que si volvieran a nacer no terminaban ni la primaria. Otras gentes disfrutan jugando diario horas de dominó o viendo cuatro partidos de fut a la semana. Cada quien sus preferencias. Muchos de los niños de mi época tuvimos grandes aventuras leyendo El Pepín, El Chamaco y Los SuperSabios. En la secundaria y preparatoria, además de las revistas Siempre, Sucesos para todos y Selecciones, recuerdo los 20 libros del Tesoro de la Juventud que estaban en la biblioteca de la Primaria Miguel Alemán y nada más pues mi trabajo en TERSA y en CIGAMOD consumían las horas y la concentración necesaria para disfrutar de la lectura. En la universidad, a decir verdad no frecuenté a los autores clásicos y menos a los modernos y por la revista Confidencias establecí amores epistolares que en mucho ayudaron a atenuar la carga de los tres tomos de la Anatomía de Quiroz y los Principios de Patología de Ruy Pérez Tamayo, verdaderos escollos del primer y tercer año de medicina humana (UNAM). Desde cuarto año hasta mi titulación no recuerdo haber tenido ni una mínima biblioteca personal, de seguro porque la carga académica se hizo aún más pesada junto con las largas y constantes guardias hospitalarias. Fue trabajando en el Hospital de PEMEX (Minatitlán, Veracruz, 1967) que reinicié fervorosamente la lectura aplazada (fuera de los libros de texto) y desde entonces, con intervalos de a veces semanas de abstinencia, disfruto las obras de autores muy selectos para mi gusto, mismos que comparto pues estoy seguro que la lectura hace a uno tolerante, con visión amplia y además aleja a los vicios y a las malas compañías, lo que no es poca cosa. Siendo la lectura una delicia, el releer es un verdadero agasajo. La lectura te da los elementos necesarios para conversar apropiadamente de cualquier tema que se discuta y la persona que no lee pues se queda sólo mirando y escuchando aunque luego se encuentra cada tipo que habla de todo sin saber de nada. Otro buen consejo es que huya de los novelones pues le llevaría meses leerlos y finalmente no podría acordarse de mucho. Cuando aparezca esta invitación a leer, estaré de paseo en Comala, Colima. Tal vez por esos caminos se me aparezca el ánima de Susana San Juan. Intente leer algo bueno y estoy seguro tendrá un mejor panorama de la vida.

Correo:arturocamarena1@hotmail.com
Miembro de la Asociación de Periodistas y Escritores de Nayarit, A C (APENAC)
NOTA. NOTABLES FELICITACIONES A LA APENAC EN SU 45 ANIVERSARIO

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