lunes, 28 de mayo de 2012

Arturo Camarena - En contra los reyes


DESDE MI OPTICA (ALLENDE)                              


 Arturo Camarena Flores


EN  CONTRA  DE LOS REYES





El término reyes señala a las personas que iniciaron la monarquía hace más de 500 años y hacer notar lo  increíble que este sistema  persista hasta hoy en 29 países de  los cinco continentes donde 500  millones de personas  admiran,  toleran o soportan esta élite parásita que aporta nada a la comunidad.

  En Japón hace 2,500 años veneran al emperador por derecho divino (?) El rey ejerce la jefatura de gobierno de por vida y hereda su posición. Si hay rey, hay corte con sus príncipes, reina,  barones, duques y demás fauna, que existen sólo para  ser aclamados por los súbditos, plebeyos, lacayos  y siervos: “por la prole” pusiera Pau Peña. Se hagan llamar rey, emperador, faraón, emir, rajá,  ayatola, sultán,  mesías o sátrapa de cualquier dictadura o dictablanda,  sólo son pinches pachás viviendo con grandes lujos a expensas de la población, en más de alguna nación en completa miseria.

   La función principal del rey a mi entender, es intentar lograr la cohesión de su país y de sus colonias,  que por ejemplo en España son tareas insuperables en su fragmentado territorio y sin embargo retomaron sus antiguos dominios con inversiones en el sector turismo, comunicaciones, electricidad, bancos  y en el petróleo. En Cuba como en todo México los hoteles Barceló y Meliá están en los mejores y más redituables destinos turísticos.  En las monarquías constitucionales los reyes reinan pero no gobiernan. Sirven de adorno y de ejemplo con su comportamiento, que no es el de matar elefantes.  Eso  de “nobleza obliga”, también el rey de España  se la pasó por el arco del triunfo con aquella orden fuera de toda razón: “¡porque no te callas!”, dirigida más con el hígado que con el  cerebro, al presidente Hugo Chávez, (que intenta ser emperador) y que por cierto canta muy mal las rancheras sobre todo cuando dizque entona “El Rey”, autoría del guanajuatense; Doy por sabido que no me refiero al compositor sino al autor de la vergonzosa orden “comes y te vas”, endilgada al rey sin corona que recién abdicó en favor de su hermano Raúl I. 

 En la búsqueda de la democracia en nuestro México,  persisten  conductas sociales difíciles de entender cuando menos para mi:  por ejemplo,  ver a las madres con  una cajita y una niña o niño jalando por las calles, pidiendo cooperación para la competencia de su escuela para elegir reina y rey al iniciarse la primavera. Más de alguna adolescente  sueña con ser la duquesa de Ixtapalapa o la baronesa  de la Bondojo o al menos el ama de llaves del Peñón de los Baños. De las reinas de los clubes de la tercera edad mejor no escribo pues mi esposa recién fue nombrada princesa en el fraccionamiento Ciudad del Valle.             

Me pregunto: ¿Remembranzas  de los imperios de Maximiliano y de Agustín de Iturbide?  ¿Hasta cuando dejará el pueblo mexicano de actuar servilmente ¿Por qué no evoluciona socialmente la humanidad?      

 Miembro de la Asociación de Periodistas y Escritores de Nayarit AC (APENAC) Correo: arturocamarena1@hotmail.com

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