Arturo Camarena - El salario del vagabundo

DESDE MI OPTICA (ALLENDE)

EL SALARIO DEL VAGABUNDO

Arturo Camarena Flores

El salario del vagabundo fue una propuesta para el mejor desarrollo de la comunidad mundial de Arthur Bertrand Russell, (1896-1970) matemático, psicólogo, filósofo, analista político y Premio Nobel de Literatura 1950, “en consideración a la multiplicidad e importancia de sus actividades literarias, por las que se significa como un paladín de la humanidad y de la libertad de pensamiento”. Este escritor inglés miembro de familia acaudalada, en su libro Los caminos de la libertad, el capítulo Cómo se puede organizar el mundo (1948), sustenta una tesis que a pesar de no haberse cumplido a inicios del siglo XXI, es probable que sea un sistema para un mundo mejor. Dice así: “la gente vive con miedo de perder sus trabajos o con la esperanza de encontrar uno que le permite satisfacer sus necesidades vitales. La gran mayoría e incluso las clases profesionales está esclavizada por la necesidad de ganar dinero”. Y se pregunta: “Desde el punto de vista de la libertad, ¿Qué sistema sería mejor? ¿En qué dirección habríamos de desear que avanzasen las fuerzas del progreso?” Sus propuestas son: “Instrucción obligatoria hasta los 16 años de edad y si desean seguir estudiando, la gratuidad debe ser hasta los 21 años. Luego nadie debe ser obligado a trabajar y los que elijan no trabajar deben recibir lo que necesiten para vivir, dejándoles completamente libres”.Por considerar que la gran mayoría no escogería le pereza, con la ayuda de la ciencia la comunidad entera internacional puede ser mantenida cómodamente por medio de 4 horas de trabajo diario.” “Las mujeres que hacen el trabajo de la casa recibirán un sueldo como si trabajara en la industria. Se asegura así la completa independencia de las mujeres casadas.”.Por medio de la educación, la libertad y la abolición del capital privado, el número de crímenes puede ser reducido a un nivel pequeñísimo”.

Arthur Bertrand Russell fue un viajero incansable, sumó diez años de su larga vida sustentando conferencias en los Estados Unidos con tal énfasis y radicalismo que fue vetado por algunas universidades. Por temporadas reside en Alemania, China y Rusia. Casado en cuatro ocasiones con sus respectivos divorcios. Tuvo grandes debates con sus enemigos (obispos) y un gran elogio a su trayectoria es lo escrito por otro genio, Albert Einstein: “Debo innumerables horas felices a la lectura de las obras de Russell, cosa que no puedo decir de ningún otro escritor científico contemporáneo”.

Pensemos en México: ¿Sería posible un salario a los haraganes, a los que no les gustase trabajar?. Seguramente los presupuestos bien administrados darían para ese rubro. Cientos de millones de pesos cada año son robados en PEMEX, CFE y en otras instituciones que ha sido denunciadas ante la impunidad total. Con la supresión de las “ordeñas” clandestinas de la gasolina bastaria para pagarle sueldo quincenal a los Huevones. Recuerdo el Plan Huicot para ayudar a los 6 o 7 mil indígenas que habitaban Nayarit y que gastados esos millones, los huicholes, coras y tepehuanos (huicot), siguieron en la miseria pero el dinero fue a dar a la burocracia y a otras manos. Si directamente lo hubieran recibido, esas familias ya no fueran pobres. Ya un economista recibió el Premio Nobel de Economía (que en realidad no es un premio Nobel pues en el testamento del filántropo Alfred Nobel sólo se enlistan cinco premios (Medicina, Física, Química, Paz y Literatura), por demostrar con números que los alimentos actuales si son suficientes para una buena nutrición de todos los miles de millones de personas sólo que la concentración de la riqueza en pocas manos hace inaccesible comprar esos alimentos a los millones de pobres. Que los alimentos sobran se comprueba en todos las grandes tiendas donde la carne, el pescado, latería, granos, legumbres y frutas esperan quien pueda comprarlos. Los que se alimentan con tortas se preguntarán: ¿a que sabrá el jamón español que cuesta 500.00 pesos el kilo?

Usted, si usted. Aquí entre nos: En el supuesto que estuviera en plena fase productiva, se contara con el salario del vagabundo, lo aceptaría o haría el esfuerzo de obtener más recursos monetarios por realizarse en algún tipo de trabajo que llenase sus aspiraciones.

Posdata. Para una sociedad sin violencia es mejor que alguien a quien no le gusta el trabajo, reciba este salario, o bien sea becario y no se convierta en sicario o en presidiario. ¿Está usted de acuerdo? Gracias.

Correo: arturocamarena1@hotmail.com
Corresponsalía Tepic Seminario de Cultura Mexicana