Severiano Ocegueda - Turistas y migrantes a merced de los bandidos

MIGRANTES Y TURISTAS A MERCED DE BANDIDOS

- Asaltos, secuestros y desapariciones al orden del día
- Síntoma de la DEBILIDAD del Estado Mexicano y del fracaso del NEOLIBERALISMO

Por: Héctor Severiano Ocegueda

Con motivo de las tradicionales FIESTAS NAVIDEÑAS y de AÑO NUEVO, son MILES los mexicanos y personas de otras nacionalidades, que TRANSITAN por el territorio mexicano y son CIENTOS los que en lugar de hallar la ALEGRÍA, el TRABAJO o el PLACER, se dirigen al encuentro de la TRAGEDIA y hasta de la MUERTE.

Identificada por el gobierno mexicano como un RIESGO a la SEGURIDAD NACIONAL la dinámica migratoria, debería constituir un motivo de grave PREOCUPACIÓN no sólo para el propio gobierno, sino para el resto de la SOCIEDAD mexicana que prácticamente se encuentra a merced de BANDIDOS que actúan a sus anchas a lo largo y ancho del territorio nacional. El crecimiento de este fenómeno delictivo ha estado aunado en México a momentos de gran DEBILIDAD del ESTADO Mexicano y curiosamente a periodos PREVIOS a grandes movimientos sociales como la Revolución Mexicana. Claro que hay de bandidos a bandidos, por ejemplo los que ahora siembran el TERROR en caminos y carreteras NO se parecen a bandidos como Eraclio Bernal o Chucho “El Roto”, aunque SÍ coinciden con un momento de SUMA debilidad de un ESTADO que ha sido sistemáticamente DESMANTELADO por las políticas NEOLIBERALES puestas en práctica indistintamente por gobiernos federales PANISTAS y PRIISTAS.

La historia del BANDIDAJE, por tanto, no es NUEVA y ello lo documenta con amplitud la investigadora Laura Solares en su libro “Bandidos somos y en el camino andamos, Bandidaje, caminos y administración de justicia en el siglo XIX. 1821-1855. El Caso de Michoacán” en el cual se expone un análisis riguroso de las condiciones de los caminos mexicanos en la época, “sembrados” de personajes que, movidos por la POBREZA y la ausencia de perspectivas de mejoría, se aventuraban a delinquir.

El novelista mexicano, Manuel Payno, quien NO era precisamente adepto a las causas populares, divulgó la imagen de bandidos durante el siglo XIX en su conocida novela “Los Bandidos de Río Frío”. El relato, enmarcado en la literatura COSTUMBRISTA, describía los sórdidos ambientes en los que crecía la DELINCUENCIA de aquella época, un ambiente similar, guardadas las distancias, con los que describe la película “EL INFIERNO” y las actuales novelas cobre le fenómeno del NARCOTRÁFICO convertidas en éxitos de venta.

Lo anterior viene a cuento por las noticias que han colmado los medios nacionales y extranjeros que informan sobre el SECUESTRO de MIGRANTES centroamericanos y de otras nacionalidades, que han tenido la DESVENTURA de cruzar por el territorio nacional en busca del “SUEÑO AMERICANO” que prematuramente, por obra DESALMADOS delincuentes, se convirtió en una PESADILLA.

FAMILIAS enteras son ROBADAS por bandidos que NO se tientan el corazón incluso para ASESINAR a SANGRE FRÍA a sus víctimas entre las que suele haber NIÑOS y MUJERES, como sucedió en parajes del estado de Tamaulipas y más recientemente del sureño estado de Oaxaca, lugar en el que DECENAS de personas fueron DESAPARECIDAS y otras han sufrido MALTRATOS y HUMILLACIONES.

Claro que, en estricto sentido, a esta historia de BANDIDAJE carretero ejercido por BANDAS criminales habría que agregar las acciones de POLICÍAS que durante décadas fueron acusados de ROBAR a MIGRANTES que circulaban y circulan por las carreteras de México. El problema llegó a ser tan escandaloso que el propio gobierno mexicano tuvo que instituir un programa especial (“PAISANO”) para CONTROLAR un problema que puso en entredicho el DISCURSO sobre los DERECHOS HUMANOS y la LEGALIDAD INTERNACIONAL que había sido distintivo de la DIPLOMACIA mexicana en el mundo.

¿Cuántos MIGRANTES fueron prácticamente asaltados y DESPOJADOS de su DINERO y BIENES por personas que se ostentaban como POLICÍAS y como ADUANEROS en los cruces internacionales de México? Ahora el problema, sin embargo, es de mayor gravedad, toda vez que ahora se ASESINA y SECUESTRA a seres humanos a quienes el debilitado ESTADO Mexicano NO puede garantizar ni siquiera la VIDA y el DERECHO de TRÁNSITO.

El crecimiento ALARMANTE del fenómeno delictivo en las carreteras y caminos de México debe entenderse como parte de una CRISIS que afecta los cimientos del actual ESTADO Mexicano que cada día muestra, como lo señalé, los efectos del modelo NEOLIBERAL que ha sido DEVASTADOR y que AMENAZA con destruir los fundamentos mismos de la NACIÓN si antes los mexicanos NO cambiamos el RUMBO del país.
Por supuesto el PUEBLO de México tiene la última palabra.

Un comentario final INEVITABLE: Como ayer celebramos el Día de los Inocentes NO faltó quién hiciera RENUNCIAR a su partido a Roberto SANDOVAL el zazaza o sasasa. Incluso lo “afiliaron” al partido AZUL.

¿Qué habrá sentido el ALCALDE tepicense que ya tiene lista su petición de LICENCIA para contender por el gobierno estatal?