Arturo Camarena - La cuchara de madera

DESDE MI OPTICA (ALLENDE)

LA CUCHARA DE MADERA

Arturo Camarena Flores

Durante los primeros meses de mi labor profesional como oftalmólogo utilicé una estilizada cuchara de madera para ocluir cada ojo en la exploración cotidiana de los mismos. Escogí este modesto utensilio por su concavidad de gran utilidad pues no comprime el globo ocular lo que sí hacen los oclusores para el caso que inexplicablemente eran y continúan siendo planos. Los pacientes, entre burla mal disimulada me hacían notar lo de la cucharada y en su defensa les comentaba lo anteriormente dicho y que incluso tapar un ojo con la palma de la mano podría dar una falsa mejor visión al mirar entre los dedos inadvertidamente y que cualquier cuchara es indispensable para contener los algodones calientes que al acercarse al párpado inflamado, aumentan la temperatura de la región y en mucho ayudan a la curación de las molestas y antiestéticas “perrillas” que son condicionadas por la oclusión de los puntos de drenaje de las glándulas sebáceas, secreción integrada a la composición lagrimal.

En la escuela de medicina y en la consulta les hago notar que el famoso vasito lavaojos debe desterrarse del envase o no usarlo pues al ponerse en contacto con la piel de la cara está llevando toda la flora bacteriana de esta región hacia los ojos que supuestamente están lavando y además que el té de manzanilla para dizque aseo ocular, también debe pasar a la historia y les recuerdo que es una tontería humedecer un pedazo de algodón no esterilizado en te para instilarse gotas en los ojos y ahí contaminan todo el proceso. Cuidando de no herir sentimientos nacionalistas, no les hacía ver, notar o comprender que mi apreciada cuchara era el único instrumento o material de manufactura auténticamente mexicana en todo el equipo del oculista pues el proyector y la pantalla son chinos, el biomicroscopio binocular, el lensómetro, y el tonómetro, alemanes, la caja lentes de prueba y el foropter, ingleses, el instrumental quirúrgico suizo el queratómetro japonés, los armazones de prueba, italianos y los imprescindibles retinoscopios y oftalmoscopios e incluso el sillón de exploración, estadounidenses.

Aunque no lo tengo, (por no ser indispensable), menciono una anécdota acerca del auto refractor más conocido como computadora para “el examen de la vista”, (todas las marcas son extranjeras por supuesto). Una señora preguntó si su estudio iba a ser por computadora y se le explicó que no y los motivos: -Que ése aparato no le iba a tomar la presión de los ojos y el oculista sí. Que tampoco con ese artefacto se estudia el fondo de ojo y que ambos procedimientos son indispensables para un buen estudio, (examen), de la visión. Que la exploración de la motilidad palpebral, ocular y pupilar (utilizando la cuchara) aporta importantes datos no sólo acerca de los estrabismos sino también de medicina general, de endocrinología y de neurología. Que la exploración y medición del sistema lagrimal es también importante para una buena salud visual y para no alargar la plática, que esa famosa computadora no le iba a dar una segunda opinión acerca de su operación de vista cansada. Comprendió y con gusto pagó su consulta para graduarse lentes. Con el tiempo y ante los agudos comentarios de que la cuchara la empleaba para mover el arroz después de la consulta, opté por jubilarla y tenerla en el museo de los recuerdos que con agrado comparto hoy. En una feria adquirí un juguete con concavidad en ambos extremos donde diestra y alternadamente había que colocar una pelota- De plástico, lavable y de origen coreano, sustituyó con triple beneficio a mi apreciada cuchara de palo de Campeche que aun añoro y que pensé alguna vez en que por su utilidad pudiera integrarse al equipo de la oftalmología mundial como única aportación no de la rudimentaria tecnología nacional sino de nuestra bella artesanía mexicana.

NOTA PRELIMINAR: FELICITO A LOS COLEGAS RICARDO RODRIGUEZ ASCENSIO Y A ROBERTO DIAZ CAVAZOS POR HABER SIDO RECIEN ELEGIDOS PARA OCUPAR LA PRESIDENCIA Y LA VICE PRESIDENCIA, RESPECTIVAMENTE, DE LA SOCIEDAD OFTALMÓLOGICA DE NAYARIT, A C.

Correo: arturocamarena1@hotmail.com

Miembro de la Asociación de Periodistas y Escritores de Nayarit (APENAC)