DESDE MI OPTICA (ALLENDE)
Arturo Camarena Flores
Extraño el trotar del tren
13 DE ABRIL DE 1970
Alejado de la superstición, el 13 de abril de 1970 abrí mi consultorio de oftalmología en los altos de la calle Hidalgo 12 poniente de la ciudad de Tepic, Nayarit. Doce años antes había iniciado la aventura en la UNAM en búsqueda del ansiado título de médico y luego tal vez de alguna especialidad a elegir entre 22. Hoy, a 40 años de distancia veo con satisfacción que las metas fueron logradas al seguir atendiendo a los hijos y a los nietos de mis primeros pacientes, ahora en la avenida Allende 24 poniente. Cuantas vivencias. Con cuanta generosidad he sido beneficiado. Imposible nombrar a tanta hermosa persona que me ayudó a realizar el sueño de ser profesionista. Por la extrema comodidad llegamos a Tepic en una alcoba del tren desde el Distrito Federal. Los tres años anteriores fueron exclusivamente dedicados a la preparación clínica-quirúrgica para atender a todos los pacientes de los ojos y recuerdo que la primera semana operé a un hermano del doctor José Loreto y envié a México a una pequeña hija de un gran amigo mío por haberle descubierto un tumor cerebral a cuya intervención no sobrevivió. Luego vendrían otros 10 ó 15 personas a un supuesto cambio de lentes y esa oportunidad les salvó la vida a mis amigos Emilio y Alejandro, los dos sesentones y en el mismo año. Que no quede duda. La consulta por el oculista es de gran valor. Que la mayoría de la gente no le de su debida importancia es parte de la incultura científica de la población.
El balance ha sido positivo según el punto de vista en que se mire. Trabajé como docente en la Escuela de Odontología y en la Escuela de Medicina y como oftalmólogo en la Cruz Roja, en el Hospital Central, en el IMSS y en el ISSSTE, donde me pensioné con un salario miserable. Hace ya 30 años que la necesidad de aumentar los ingresos económicos hizo que instalara un servicio de óptica anexo al consultorio. Lo increíble es que para ello fuera apoyado y animado por el colega doctor Carlos Ibarra Rodríguez, propietario de la Óptica Roma. Escribo para los periódicos y revistas que así me lo han solicitado desde 1994 y he publicado dos libros: La medicina y tus ojos (2004) y Los Premios Nobel de Medicina del Siglo XX (2006).
Por supuesto que no cuento con un capital acumulado para vivir pues no fue mi objetivo acumular bienes. Eso es prenda de que siempre seguí el camino correcto. El médico, desde siempre ha sido visto como un dador de servicios que no necesariamente tienen que ser retribuidos y en mi especialidad existe aun en pleno siglo XXI el grave error de creer que la atención a los ojos por el optometrista (que anuncia su trabajo gratis y la cobra en los lentes), es la misma atención otorgada en la consulta del oftalmólogo. Las autoridades han propiciado que la salud visual deje mucho que desear pues abren ópticas que no pagan renta, ni luz, ni publicidad ni mucho menos impuestos. El propósito es tener sus votos comprados dizque dando precios bajos y propiciando así que los pacientes lleguen al especialista cuando éste ya poco puede hacer por los ojos de esas personas que suponen que anteojos es lo mismo que los ojos. Grave error que se paga hasta con la ceguera.
Por mi afición a escribir de frente lo que pienso, en sexenios anteriores he sido hostilizado mediante sucesivas auditorias. Lo incongruente es que a los pacientes a quienes les recomiendo la necesidad de utilizar los servicios del seguro social, sus pesudos patrones no los tienen inscritos a pesar de tantos años trabajando en esas condiciones. Que poca madre. Luego les digo que en el Seguro Popular los pueden operar (pues yo ya estoy retirado dela cirugía de los ojos después de 30 años de ejercerla exitosamente) y me dicen que ahí los traen a puras vueltas. Tengo semanas esperando la respuesta de parte del Seguro Popular de cuantos cientos de millones de pesos fue el presupuesto destinado a Nayarit para el 2010. Varios Estados han recibido mil y hasta mil seiscientos millones según los informes en la red.
Como portavoz de inquietudes propias y ajenas escribo de lo que me consta y supongo tenga trascendencia. Algunos de los títulos mas recientes publicados: Los rotarios; Los zurdos; Los enanos; Uso y abuso de los antibióticos; El censo mocho; Los libros y sus autores; la ineficiencia de la enseñanza en todos los niveles; Las penurias del ISSSTE (en cuya clínica hospital no hay ni almohadas);La corrupción en la UAN; Los fracasos de la Secretaría de Salud. Por supuesto que no he logrado un solo cambio (ni lo habrá) en esas pesadas estructuras pero alguien tuvo que dejar constancia de su paso por estas circunstancias y mi conciencia así lo dictó.
Como retribución a mi esfuerzo presumo que formo parte de una familia bien integrada con mi esposa Maria Cristina, cinco hijos y siete nietos, dos nueras y dos yernos.
A estas alturas del partido ya puedo repetir lo de nuestro Amado: “Porque veo al final de mi rudo camino, que yo fui el arquitecto de mi propio destino”.
Correo:arturocamarena1@hotmail.com
Miembro de la Asociación de Periodistas y Escritores de Nayarit A C (APENAC)
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