Arturo Camarena - Fanatismo en el fútbol

DESDE MI OPTICA (ALLENDE)

FANATISMO EN EL FÚTBOL

Arturo Camarena Flores

Definiciones de fanático son: “El que tiene entusiasmo desmedido y frecuentemente irracional. “Que defiende con tenacidad y apasionadamente creencias u opiniones religiosas”. Para ocultar lo anterior al fanático del fútbol se le llama fan o aficionado. Por supuesto que no soy adicto a este deporte que se ha mercantilizado hasta el extremo de “comprar” personas. Durante mis estudios de primaria a preparatoria nunca participé en un partido de fútbol pues no existían las canchas adecuadas en las escuelas y los juegos de la época (1952), fueron el softbol, el beli, el avión y el trompo. Otras canchas prometidas que nunca llegaron a ser, fueron las ocho de la Unidad Deportiva Guadalupe Luna Olmos “LUPILLO”, cronista deportivo y buen amigo quien me regaló una fotografía donde una gran barda anuncia la construcción de 8 canchas de fútbol para la niñez tepicense. Signaban el DIF. Tepic arriba, y Solidaridad. “Me corto un huevo y la mitad del otro si las construyen” me dijo sonriendo “Lupillo”. Se murió completo. También recuerdo en el sexenio de Celso Delgado la programación de las canchas para lo mismo con el nombre de Ignacio Aguirre, notable promotor de este deporte que se juega con los pies. En lugar de ese espacio deportivo se construyó un gran hotel junto al Tecnológico de Tepic.

Me felicito que en mi larga vida he asistido solo tres veces a un estadio para presenciar este deporte tan popular y sólo por condescender ante las continuas invitaciones de dos amigos ya muertos. Por televisión no he logrado ver un encuentro completo aun sea mundialista. Aun me pesan las cuatro horas de mi vida perdidas contando el transporte a Ciudad Universitaria y las tres veces que los del Atlante tiraron a la portería de no importa cual equipo. Me causó admiración que cuando estaban cerca de la meta contraria, los mismos delanteros tiraban el balón hacia atrás para no comprometerse y fuera otro compañero el que fallara. Actualmente priva el egoísmo y el que lo lleva no lo pasa al compañero en mejor posición de anotar. Esto pasa por el eterno problema de la mayoría de los mexicanos, el de no saber trabajar en equipo. Nuestro Deportivo Tepic en medio siglo no ha podido ascender a la primera división y ante la desaparición en este sexenio del estadio de fútbol, ignoro si continúa existiendo.

Me interesa el tema más como fenómeno sociológico que como deporte y dos horas escuchando a Juan Villoro acerca de fútbol se me hacen 10 minutos. Leí un libro sobre el tema (y luego se lo regalé a mi amigo Juan Casillas (a) “EL LECHERAS”), del gran escritor Eduardo Galeano, pero no soporto a ninguno de los comentaristas nacionales que suponen que están narrando para ciegos y para deficientes mentales. En este momento compiten México y Francia pero de verdad que no hay curiosidad por verlos y siento pena por los fanáticos tan anónimos que necesitan identificarse con un grupo para valorar su existencia y cuya escasa autoestima disminuirá aún mas cuando su equipo tricolor sea eliminado de esta justa mundialista que más que deportiva es una mafia de millonarios quienes manejan a las masas en complicidad con los gobiernos respectivos y es común que el Estado e incluso algunos municipios e instituciones como el ISSSTE compren equipos con el presupuesto para otros menesteres y así tener embobados a su población. y tal vez antes (como hoy), las camas de la clínica hospital del ISSSTE en Tepic no tengan almohadas. Pero tienen fútbol.

Para combatir el aburrimiento de presenciar un partido van los siguientes consejos: 1. Ampliar las porterías tres metros hacia arriba y tres a los lados. 2. Que los porteros empleen sólo una mano. 3. Que los dos tiempos sean de 30 minutos por treinta de descanso para que se consuman más bebidas embriagantes. 4. Que los debutantes demuestren que saben jugar billar y que entiendan el efecto que recibe la bola (caso similar al balón), ante el impacto.

Posdata. A pesar del triunfo sobre Francia, al terminar el campeonato las empresas organizadoras serán mas ricas y los pobres de Sudáfrica y los de México pasarán a la categoría de miserables. A las siete semanas pregunto: ¿Ya apareció el “Jefe Diego”?

Miembro de la Asociación de Periodistas y Escritores de Nayarit, A C (APENAC) Correo: arturocamarena1@hotmail.com