domingo, 27 de junio de 2010

Arturo Camarena - Semblanza del Dr. Roberto Prado Pérez

DESDE MI OPTICA (ALLENDE)

SEMBLANZA DEL DR. ROBERTO PRADO PEREZ (Un Quijote del Siglo XX)

Arturo Camarena Flores

Por medio del correo me solicitaron datos del doctor RPP pues le preparan un homenaje en el Hospital Juárez II el 01-07-10. He aquí el resumen. La Diosa Fortuna hizo encontrar al maestro RPP siendo yo alumno de sexto año cumpliendo el internado rotatorio en el Hospital Juárez en 1963, y aprendí a su lado hasta 1966 exceptuando los 6 meses de servicio medico social. El era el Jefe de la Sala 20 donde concentraban a los pacientes quemados y mutilados que ocupaban las 30 camas disponibles. Cuando le informé mi decisión de especializarme como oculista, (finales 1966), el maestro me presento y recomendó con el doctor Bernardo Mortera Llano, a la sazón jefe del incipiente servicio de oftalmología del mismo hospital tan dañado por el temblor de 1985 que fue necesario construir en otra área, otro Hospital Juárez, el denominado II.

Como médico militar RPP era estricto (según algunos, demasiado) y se vanagloriaba de ser el único miembro de su generación que no había ascendido de grado. Se quedó como Mayor Médico Militar, y excepcionalmente lo vi uniformado. Varias veces le oí decirle al director Rafael “El Tigre” Zamudio: “Ya desquité mis veinte pesos. Me retiro”. El maestro me contó que el Ejército Mexicano lo envió a hospitales de San Francisco, California donde llegaban docenas de soldados quemados durante la II Guerra Mundial. Además de gran trabajador (injertaba de 3 a 5 pacientes diarios), hoy me doy cuenta que también fue vidente: Me dijo, “Camarena, tú nunca vas a ser rico”. Acertó plenamente. Presentó su clasificación clínica-anatomo-patológica de las quemaduras en la Universidad de Kyoto, Japón y como colaboradores estamos el doctor Villalobos (patólogo) y el que esto escribe. Su consultorio particular estuvo en la calle Londres en la famosa Zona Rosa. Tuvo la particularidad de no poner su nombre en el directorio y ni siquiera en su puerta que siempre permanecía cerrada. Decía que el no era charlatán y quien lo buscara, seguro lo encontraría. Hice lo mismo cuando me instalé como especialista de ojos en Tepic y por supuesto que sólo tuve pacientes hasta cuando anuncié que había llegado. Fui su primer ayudante en los distintos Hospitales (Durango, de Hacienda, Santa Elena, San Luis). Hizo brillantes ritidectomías, (estiramiento facial total), rinoplastias, corrección de doble labio leporino y paladar hendido, safenectomías, (supresión total de las várices) además de cirugía de mano e implantes pediculados con seguimiento de meses y hasta de años. Estoy muy agradecido con las enseñanzas y normas de vida de mi querido maestro y me fue fácil hacer injertos de mucosa labial a ojos e injertos de pabellón auricular a párpados además de la cirugía cosmética de los mismos. Me emociona que se hayan acordado y le brinden este merecido homenaje a un mexicano ejemplar.

Miembro de la Asociación de Escritores y Periodistas de Nayarit, AC (APENAC) Correo: arturocamarena1@hotmail.com

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