domingo, 14 de agosto de 2011

Arturo Camarena - El crepúsculo de los filósofos

DESDE MI OPTICA (ALLENDE)

Arturo Camarena Flores

EL CREPUSCULO DE LOS FILÓSOFOS

El crepúsculo de los filósofos se titula un libro de Giovanni Papini y como devoto lector suyo interpreto el crepúsculo en su acepción psiquiátrica que significa: “Estado de semiinconsciencia que precede y sigue a la pérdida absoluta de la conciencia”. Papini ataca a la filosofía y en especial a Kant, Hegel, Schopenhauer, Comte, Spencer y a Nieztche, santones cuyos seguidores no le han de haber perdonado nunca las dentelladas a la yugular y sus golpes cual cocodrilo hambriento. Ya desde el prólogo alerta: “Este es un libro sin escrúpulos, violento, contradictorio, insolente, una tentativa para librarme del influjo de la filosofía y de los filósofos. Es un esfuerzo para demostrar la vanidad, la vacuidad, la inutilidad y la ridiculez de la filosofía, equívoco aborto del espíritu humano, de este monstruo de sexo dudoso que no quiere ser ni ciencia ni arte y es mezcolanza de ambas cosas, sin llegar a servir de instrumento de acción y de conquista”. “He puesto en tortura aquellas tres o cuatro ideas generales que cada uno de ellos ha inventado y legado a la posteridad, para tirarlas con asco como piltrafas inútiles”. En ese tono se mantiene el polémico Papini sin dar descanso a su furia demoledora y demoníaca. La Primera Guerra Mundial sirvió de música de fondo para este libro publicado en 1918 y pudiera inferirse que todo estaba de cabeza. Sin embargo, en el 2000 (con el mundo sin conocer períodos de paz y aún al revés), Fernando Savater en su libro Las preguntas de la vida escribió: “¿Tiene sentido mantener la filosofía como una asignatura más del bachillerato? Y por ahí se sigue Savater con las mismas divagaciones de hace siglos acerca de la muerte, de la verdad, de la libertad, de la justicia, de la belleza, del tiempo. Lo anterior me da la certeza de que esta filosofía se ha quedado estancada. Savater nos recuerda que Ortega y Gasset (una sola persona), distinguió entre ideas y creencias y es la filosofía de la ciencia la que según mis lecturas al respecto manifiesta algún avance acerca del conocimiento que finalmente es lo realmente importante. Me causa risa como se califican entre sí los maestros o gurús de generaciones de filósofos actuales: Schopenhauer dejó escrito sobre Sócrates: “Me es difícil creer en la inteligencia realmente grande de quienes no han escrito. Sócrates tenía un gran barriga, la cual no pertenece precisamente a los signos del genio”. Acerca de Platón: “Su falsa doctrina de inmortalidad ha dado pruebas de la vitalidad más potente, pues ha atravesado toda la filosofía antigua, medieval y moderna, hasta que Kant, ese destructor universal le aplastó la cabeza”. Acerca de Aristóteles nos señala que: “Su concepción del mundo es lisa y su carácter fundamental es la falta de profundidad, su tendencia empírica lo lleva siempre a dispersarse. No puede retener nada, sino que salta de lo que tiene ahora entre manos a algo que se le ocurre de momento, como un niño que suelta un juguete para coger otro que acaba de divisar”. Así es este hábil charlatán”. Sobre Schopenhauer opina Julián Marías: “Sus fundamentos metafísicos son de escasa solidez y su influjo a llevado a muchos a perderse en un fárrago de teosofía, literatura y pensamiento hindú, donde quien de verdad se pierde es el sentido de la filosofía”. Jorge Luis Borges opinaba así de José Ortega y Gasset: “Su buen pensamiento queda obstruido por laboriosas y adventicias metáforas, Ortega puede razonar, bien o mal, pero no imaginar. Debió contratar como amanuense a un buen hombre de letras, a un negro, para que escribiera sus libros”.

Sin darle tantas vueltas, en mi opinión el problema principal de odos los sistemas de enseñanza (y en la filosofía es este caso), es la falta de una duda metódica, de poner todo en entredicho, pues es más fácil aceptar lo que diga cualquier profesor (que repite cien por ciento lo que a él le ha dicho su maestro), que pensar por sí mismo. Así que usted mejor dude de todo y si tiene la curiosidad de leer un libro de filosofía y otro de biología, compare cual de los dos le aporta un mejor concepto acerca del mundo y de la vida. ¿Qué usted sólo lee El Libro Vaquero? Pobre es.

Correo: arturocamarena1@hotmail.com.
Miembro de la Asociación de Periodistas y Escritores de Nayarit A C (APENAC)

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