domingo, 30 de mayo de 2010

Arturo Camarena - El hambre crónica atrasa a México

DESDE MI OPTICA (ALLENDE)

EL HAMBRE CRÓNICA ATRASA A MÉXICO

Arturo Camarena Flores

Veo un México con hambre y sed de justicia”. Luis Donaldo Colosio

Siempre se habla y se escribe de que mejorar la educación es primordial para que México salga del atraso ancestral. Están en lo cierto pero primero la madre debe estar en edad y en buen estado de nutrición para tener niños sanos capaces de aprender, de ser educados. Hace diez años que no es elegante ni saludable hablar del hambre en México. Se escribe del hambre en Angola, India, China (hoy, ante los cambios tan evidentes, ya no tanto). En nuestros medios siempre se habla de la bulimia, de la anorexia y de la obesidad. Las dos primeras son importantes para la psiquiatría, pero la obesidad, trastorno de la malnutrición, es un gran problema de salud debido a algún factor genético por identificar completamente y al hambre ancestral que hace que el mexicano no mastique sino que trague tan rápido que el centro cerebral de la saciedad no se da cuenta de lo ingerido hasta acumularse triple o mas comida chatarra que fue obligada a pasar al estómago con abundantes líquidos azucarados anulando así la fase cefálica de la digestión. ¡Cuanto daño causa ignorar la fisiología humana!

Conocí de cerca el hambre cuando se morían dos o tres niños menores de un año de edad diariamente en la sala de pediatría del Hospital Juárez (1963) con el diagnóstico de desnutrición aguda de tercer grado. Los sobrevivientes entraban a la etapa de desnutrición crónica y eran gorditos con los pies hinchados cuyo volumen desaparecía al darles en la dieta proteínas de origen animal (carne) y tratarles su parasitosis, muchas veces era la uncinariasis, que les consumía la poca sangre que podían fabricar sus huesos. Así que no debemos olvidar que con hambre no se hace gran cosa en la vida y que más que dar, la quita. Con la terrible desigualdad en los ingresos monetarios es lógico pensar que la desnutrición y el hambre crónica se han intensificado al paso de las décadas.

Durante generaciones los economistas seguidores del sistema malthusiano engañaron a los más con el cuento de que los alimentos no serían suficientes para un exceso de población y los pudientes, los pensantes dejaron de reproducirse y a las y a los pobres que no alcanzaron a esterilizar se multiplicaron alegremente como los conejos. El resultado fue una disminución progresiva y notoria de la inteligencia y los que así lo comprendan no son tontos.

Finalmente, en el siglo XXI vemos los almacenes y bodegas del mundo (incluyendo a los “paladares” de Cuba), repletos de alimentos, de nutrientes y de satisfactores que poco o nada consumen los pobres por la falta de dinero, simple y sencillamente. Sin tanta vuelta. La falta de nutrientes de primera calidad no sólo dan estatura baja sino baja tan bien es la concentración para entender y en ese sentido fueron los resultados de los Exámenes Pisa que se aplica ada tres años desde el 2000 y sucesivamente los resultados de mas del 50% de lo estudiantes fueron: “notoriamente insuficientes “ o “insuficientes” tanto en las pruebas de Ciencias, Matemáticas y Lectura, las tres áreas evaluadas. Para que mejor se entienda, los que leen no son capaces de comprender en su totalidad lo que leyeron y al terminar la primaria sólo pueden obedecer ordenes sencillas (y pocas a la vez). Acerca de los conocimientos de ciencia y de matemáticas mejor ni hacer comentarios. Pero no está por demás recordar que según cifras oficiales de la SEP cerca de seis millones de jóvenes no han concluidos la secundaria y un millón 771 mil no terminaron la primaria. De seguro ahí están los millones de jóvenes “nini” (ni estudian ni trabajan).

Tal vez los gobernantes confían en que un pueblo pobre no piensa más que en buscar el diario sustento y no tienen ni fuerza ni capacidad para rebelarse por su misma pobreza pero los continuos asaltos a los trenes de carga que transportan alimentos deben ponerlos alertas y ver la manera de que los salarios mínimos no sean tan criminales por insuficientes y que son una burla a las legitimas aspiraciones de la clase trabajadora y más de los millones de familias que están en el desempleo. Hay que reconocer que con el cuento de su cuantioso cariño hacia los pobres, los consorcios acumulan millones de pesos con el redondeo, con la lotería nacional, con el inseguro popular y además los políticos logran siempre convencerlos con discursos llenos de promesas, cobijas, discursos, despensas, lentes, muletas, discursos con ilusiones y paseos, (acarreo) para las elecciones que nunca faltan. Si fueran concientes de la realidad que afrontamos en el país hace casi diez años, les regalarían chalecos antibalas.

Todos esos discursos y más se soporta para llevar un pedazo de pan a la boca de los hijos desnutridos que según otro de los múltiples lemas oficiales del centenario y del bicentenario “son el futuro de la patria”. Todos los políticos (según ellos), siempre están preocupados “por los que menos tienen”, eufemismo para no decirles pobres, miserables, “come cuando hay”. Resumen: Con hambre no se aprende. Sin conocimientos propios no avanzamos. Estamos como país en el atraso.

Miembro dela Asociación de Periodistas y Escritores de Nayarit, A C (APENAC)
Correo: arturocamarena1@hotmail.com

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