DESDE MI OPTICA (ALLENDE)
ASALTO AL INFIERNO Y OTROS
Arturo Camarena Flores
“Me resulta bien evidente que siempre he sido de raza inferior. Yo no puedo comprender la rebelión”, dejó escrito en Una temporada en el infierno Arhur Rimbaud (1854-1891), pero lo siguiente trata de exactamente lo contrario, pues Asalto al infierno es el título de un libro del mexicano Óscar de la Borbolla (1939), quien me hace pensar, reír y al mismo tiempo envidiar su diabólica imaginación. Al grito de ningún castigo debe ser eterno, su proclama reunió e hizo descender a un grupo para tratar de liberar a las almas secuestradas. El asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba (marzo, 1952) fue más bien un suicidio colectivo y Fidel Castro, (astutamente en la retaguardia), de los pocos sobrevivientes. El asalto al Palacio Presidencial en La Habana por el Directorio Estudiantil Revolucionario (marzo, 1957) terminó en un terrible fracaso con el 90% de asaltantes muertos en el intento. En nuestro México, liderado por los hermanos Arturo y Emilio Gámiz García y Pablo Gómez Ramírez, sucedió un caso similar en Chihuahua con el asalto al cuartel militar del ejército mexicano en la población de Madera el 23 de septiembre 1965 donde murieron nueve de los jóvenes atacantes, (menores a los 23 años). La relación que encuentro entre estos casi recientes tres hechos es clara y precisa: es propio del humano rebelarse, luchar contra la injusticia, en lo agrario, en lo educativo, en la vivienda, en lo del empleo, en lo que sea. Que los resultados sean otros, es lo de menos. Lo importante y trascendente es que por ningún motivo, deben desaparecer los ideales, cada vez más escasos.
Todo lo anterior trajo a mi mente (y no deja de atormentarme), la increíble permanencia durante casi diez años de las cabezas de nuestros cuatro primeros libertadores que intentaron cambios en la Nueva España. Para mi descanso supongo que en la historia olvidada y poco publicada de la época de 1811-1821, obligadamente debió existir uno o varios verdaderos hombres, que por cualquier medio trataran de rescatar esos restos y darles cristiana sepultura, pues supuestamente había cierta parte del bajo clero que comulgaba con las ideas del cura Miguel Hidalgo. La pregunta a los historiadores de profesión, a los investigadores es: ¿hubo algún fallido asalto a La Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato para rescatar las cabezas de Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez? Necesito respuestas positivas aun cuando no hubiesen sido realizadas Este macabro castigo, similar a las penas del infierno, duró 9 años 8 meses y fue el olvidado y vilipendiado Agustín de Iturbide quien ordenó bajar las jaulas que exhibían en cada una de las cuatro esquinas los restos descarnados de los cráneos de nuestros héroes, este año tan festejados y paseados por las principales avenidas del Distrito Federal. No es posible que la fallida incursión a la ciudad de Guanajuato del peninsular Francisco Xavier Mina tuviese ese heroico propósito pues lo importante para su causa eran los bienes de los pocos sobrevivientes dueños de minas y haciendas.
Otros libros de Oscar de la Borbolla llevan por titulo: Filosofía para inconformes; La vida de un muerto. Nada es para tanto y Todo está permitido. Léalos y libérese de los traumas que le dejaron los asaltos en su cerebro los programas televisivos dominicales de Raúl Velasco y la educación a la infancia que aun perdura con el que intenta y supone hablar como los niños, el tal “Chabelo”, sin restarle ningún demérito a los “maestros y maestras”, eternos dirigentes del sindicato nacional ni a los propios padres de familia.
Correo: arturocamarena1@hotmail.com
Corresponsal en Tepic del Seminario de Cultura Mexicana.
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