Carlos Treviño - Quien siembra vientos cosecha tempestades

EL COMENTARIO DE: Carlos Treviño M.

QUIEN SIEMBRA VIENTOS COSECHA TEMPESTADES

Hace unos días; cuando protestó respetar y hacer respetar su Constitución; el recién desempacado Gobernador de Zacatecas Miguel Alonso Reyes añadió a su discurso un ingrediente que vale la pena analizar. Dijo “…encuentro una Sociedad cansada de la corrupción, de la impunidad, del nepotismo… “¡Sopas!... “…elefantes blancos en los que se gastaron miles de millones y que no sirven para nada…” Y deja caer la espada “…mi administración revisará escrupulosamente cada renglón de los gastos efectuados por la administración pasada.” ¡Órale! Se le fue a la yugular a Doña Amalia García, exgobernadora.

La actitud de Alonso es prematura, temeraria y hasta imprudente. Que necesidad había de romper tasas ahora y de condenar antes de revisar. Se pone en entredicho, pues no tiene fundamentos. Prematura porque da la impresión de sentirse preludio personificado del inminente (así lo sienten) y exitoso regreso del PRI a los Pinos. Todas las encuestas (pagadas por ellos) así lo auguran. Temeraria, porque muestra los términos en que el PRI regresa al poder y proyecta lo que pasará si este recupera la presidencia en el 2012. La conflagración y el incendio no son herramientas que tranquilicen a la sociedad. Luego entonces, el tan temido retorno del PRI a los pinos servirá para saciar una primitiva venganza inquisitorial? Luego donde está el avance de la democracia? O sea, un retroceso de medio siglo. E imprudente, porque las malas intensiones se revierten. Si se aplica un mecanismo de revancha o de venganza ¡Cuidado! Puede aplicarse (al tiempo) el mismo rasero. Sin ir muy lejos, la misma medicina pueden aplicarle a los gobernadores salientes de Puebla, de Oaxaca y Sinaloa quienes ojerosos por el insomnio de las últimas semanas gritan al joven Miguel Alonso ¡No hagas olas compadre! ¡Cálmala!

También cabe considerar la duda de que el lance del joven mandatario sea autentico y propio. De ordinario los jóvenes en estas lides de la política son extremadamente cautelosos. No arriesgan su futuro político. No comprometen por iniciativa propia las líneas de acción de su partido, menos tratándose de las relaciones neurálgicas con otros partidos. Seguro que sigue instrucciones de su guía. El arrojo tiene sus riesgos. Les puede salir “el tiro por la culata” y la parte más delgada de la hebra es este intrépido y recién desempacado gobernador. Creo que tenía cosas más importantes que hacer al principio de su gestión que pelarle los dientes a su antecesora. En mi pueblo dicen que “los borrachos dicen lo que hicieron, los niños lo que están haciendo y los pend… lo que van a hacer”. Puede ver nuestros artículos anteriores en la página: CUAN A.C.

30 de Septiembre del 2010.