lunes, 30 de agosto de 2010

Arturo Camarena - En Celaya, Guanajuato

DESDE MI OPTICA (ALLENDE)

EN CELAYA, GUANAJUATO

Arturo Camarena Flores

Al maestro Sergio Eugenio García Pérez,
Director del CECAN.

La ciudad de Celaya (del vasco zelaia- tierra llana), tiene 400 mil habitantes y una altura de 1,715 msn. Tan antigua como Guanajuato y San Miguel de Allende en su fundación y en su historia, nada le dejaron de edificios coloniales y se convirtió en parte de un importante corredor industrial pues dista sólo 45 kms de la ciudad de Querétaro. Cruzada por el río Laja, afluente del Lerma o sea de nuestro río Santiago. Le falta agua potable y por eso la actual construcción de un ducto de 160 kms desde una presa del estado de San Luis Potosí. Lo más interesante de Celaya es su cronista municipal Herminio Martínez quien acaba de ser separado de sus funciones pues al cabildo (como a cualquier otra autoridad), no les gusta que les digan las verdades y su descripción del centro histórico, de la casa de la cultura, (comprobé el grave deterioro de ambos sitios), y otros atropellos desde hace décadas, fueron el motivo principal para ser separado de su cargo o coloquialmente, fue corrido. Por este hecho recordé al ex presidente JoLoPo quien ante las constantes críticas de la prensa escrita ladró: “no les pago para que me peguen”.

Me enteré de todo lo anterior por mi estancia del 17-21-Agosto en el XI Coloquio Nacional “Educación y Cultura en la Independencia y la Revolución” organizado por el Seminario de Cultura Mexicana que logró la asistencia de 32 corresponsalías desde Tijuana a San Cristóbal de las Casas pasando por la de Tepic cuyo actual presidente es el licenciado Héctor Gamboa Quintero, más la de Amberes, Bélgica a quien le tocó entrar al quite para tratar de sustituir en su ponencia al Presidente del Seminario, Arturo Azuela quien no pudo asistir por problemas de salud. Muy clara fue la exposición sobre “ Análisis militar de la batalla de Puente de Calderón por el historiador, médico y general Clever Chávez Marín quien con conocimiento de causa precisó: Que no fue una batalla pues sólo hubo un ejército; Que Félix María Calleja al ver los cañones de Hidalgo no pudo contener la risa pues eran de largo alcance y además para su mejor utilización es requisito indispensable conocer matemáticas, materia que a 200 años aún no es muy entendida por la población; Que hay caballos adiestrados para la guerra y que en aquellos tiempos cualquiera que no fuera peninsular, era castigado con la muerte si osara montarlos. Que los 20 mil insurgentes (pues no caben más en el sitio), corrieron a las primeras cargas de los 6 mil soldados realistas; Que las bajas mas numerosas entre los insurgentes fue por quemaduras al arder sus propios pastizales con el mal manejo de sus inapropiados cañones; Que incluso Ignacio Allende no tenia ninguna formación militar y los grados otorgados por el virrey a los ricos hacendados eran según la cantidad de milicianos que pudieran pagar y sostener. Con otra fuente también confiable recordamos que las batallas de Celaya del 5 al 15 de abril de 1915 fueron decisivas para la revolución mexicana. La feroz guerra entre las tropas de Villa y Obregón continuaron durante mayo y junio, mes en que le vuelan el brazo derecho a Obregón no en Celaya precisamente, pues tal hecho sucedió en la hacienda de Santa Ana del Conde por el rumbo de León, Guanajuato.

Correo: arturocamarena1@hotmail.com
Corresponsal en Tepic del Seminario de Cultura Mexicana.

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